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(Calle Imagen años 50) |
Ya en una anterior entrada de este blog hablamos sobre el Metropol Parasol (más conocido como las setas de la Encarnación) y de las opiniones que se han generado en torno a él. Esta vez ahondaremos un poco más en la herida y en la vida del casco histórico de Sevilla centrándonos en la calle Imagen y el impacto que produjo su ensanche en las inmediaciones.
La ciudad es un ente viviente, como tal, cumple unas ciertas funciones, entre ellas la de crecer. Como es de esperar, Sevilla no es una excepción a esto. A nuestra izquierda podemos apreciar una fotografía hecha allá por los años 50 de lo que era la calle Imagen, se podría decir que no era más que un retoño de lo que sería años después. La calle como tal era un pasaje angosto y de aceras estrechas que agobiaban al transeunte acosado por el tráfico, como es el caso del tranvía que parece robar el poco espacio que concede la zona peatonal.
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("Liquidación por derribo") |
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(Calle Imagen tras el derribo) |
Debido al desarrollismo de los años 60-70 se producen una serie de transformaciones en el casco histórico que repercutirán en la propia calle Imagen ya que se trata de una eminente zona comercial de Sevilla. El nuevo plan de urbanismo tratará de marcar unos ejes en la ciudad de norte a sur y de este a oeste que tendrán por vértebra central la plaza de la Encarnación, para ello se procederá a un ensanche de las calles que marcarán dichos ejes. Con el fin de realizar dichos ensanches se dará lugar a una serie de demoliciones de viviendas y negocios, arrasando con calles por completo, como si de un canivalismo urbanistico se tratara, lo cual deja la zona prácticamente irreconocible.
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(Calle Imagen tras el ensanche) |
Para concluir las reformas, dotan a la calle Imagen de bloques de oficinas y viviendas obteniendo así el entorno que podemos apreciar en la fotografía de los años 70. El resultado obtenido: una calle amplia, que facilita el acceso a la zona de la Encarnación y el tránsito a través del casco histórico de este a oeste, algo que sin duda favorecía la vida en lo que podía ser el centro neurálgico de la ciudad en su época.